Por un lado, los tres estratos de suelo encontrados en la zona de emplazamiento presentan muy, muy buenas peculiaridades mecánicas, con valores de densidad que superan las 1,50t/m3, ángulos de fricción mayores a 30° y una cohesión que llega a 15t/m2 en la duna vieja. Por otra parte, la inexistencia de nivel freático, puesto que el agua reduce la resistencia al corte y aumenta las probabilidades de deslizamientos. Los movimientos del terreno dependen de la resistencia al corte que presente el suelo en cuestión, por tanto, los factores del suelo (densidad, cohesión y ángulo de fricción) que definen dicho valor, muros de contencion resultan ser los que determinan el comportamiento que va a tener la ladera.
Otros movimientos del terreno corresponden a los flujos, los que tienen la apariencia de un líquido viscoso y que pueden ser de carácter seco o húmedo. La diferencia entre ambos se encuentra en la cantidad de agua presente en la masa de suelo, la clara definición de la superficie de rotura, el género de suelo y el factor desencadenante. Los flujos pueden ser consecuencia de deslizamientos o ser inducidos por desprendimientos. Como los deslizamientos son los movimientos de masas más extendidos, al afectar a muy distintos géneros de materiales. Finalmente, se encuentran los desprendimientos de materiales, que corresponden a caídas libres muy, muy rápidas de bloques o bien masas rocosas desintegradas o bien descompuestas.